Tecnologías emergentes en 2023
El punto de partida para comprender las tecnologías emergentes es el reconocimiento de que cada día la sociedad requiere sortear nuevos desafíos en todos los aspectos, principalmente en lo relativo a la salud, alcanzar mejores condiciones de vida, obtener ingresos suficientes para adquirir aquellos bienes y servicios para su consumo, así como acceder a medios que faciliten sus actividades cotidianas en un entorno en el que la única constante es el cambio, vivir de prisa, sin mirar hacia atrás y, aunque a veces ello resulte agotador, esta condición es el motor de la innovación que se convirtió en una constante, particularmente en la tecnología y el mundo digital.
En ese orden de ideas, un reporte presentado por Telefónica en julio, hace referencia a algunos de estos avances, específicamente a las denominadas tecnologías emergentes, a las cuales define como “innovaciones que incorporan mejoras a desarrollos que se encuentran en etapas todavía tempranas o incluso el término se puede referir a una mejora continua de una tecnología ya desarrollada.
La aplicación de estas tecnologías suele llevar a la redefinición y optimización de los procedimientos, puesto que estas implementaciones presentan beneficios sustanciales” (Telefónica, 2023).
Una característica importante de estas, es que, si bien, derivan de necesidades ya identificadas por la sociedad, están rodeadas de incertidumbre, toda vez que por lo incipiente de sus avances, aún no es posible medir o cuantificar algunos elementos relacionados con ellas.
Estos desarrollos son altamente disruptivos, es decir, rompen esquemas de manera drástica, e incluso, brusca, como lo definen algunos autores.
En tercer término, pero no por ello menos importante, es que “transforman conocimientos básicos en tecnologías y aplicaciones útiles”, según palabras de Robert S. Day, de la Universidad de Pensilvania, citado en una publicación de Santander (2023).
La misma referencia destaca otra de las características de estas tecnologías: tienen alto impacto en áreas diversas y su velocidad de adaptación es rápida – como todo en nuestra era-, su uso puede suponer riesgos. Una singularidad más, es la que tiene que ver con el hecho de que engloba a tecnologías existentes desde hace décadas (Santander, 2023).
Algunos de sus beneficios identificados son: mejorar la eficiencia y la productividad de los procesos y servicios, facilitar e incentivar la innovación y la creatividad, promueven el desarrollo sostenible y la inclusión social, generan nuevas oportunidades de negocio y empleo, potencian la competitividad y la transformación digital. (Santander, 2023).
Entre las tecnologías emergentes más relevantes en 2023, según Telefónica, se pueden citar las siguientes: IA generadora de imágenes; Estándar RISC-V para fabricar microchips, que es un modelo abierto para su producción, dados los recientes problemas de escasez que generó una crisis de estos dispositivos.
IA la revolución de los drones militares, cuyo objetivo es facilitar las operaciones de los drones entre otras acciones; Robótica en el ámbito de la medicina, que a partir de una mezcla entre la tecnología 3D y la robótica están generando una revolución a través del uso de una máquina que mejora los flujos de trabajo en el quirófano y apoya a los médicos.
Otros son Machine learning para mejorar el reciclaje, que consiste en un separador óptico que está conformado por inteligencia artificial, visión artificial que es capaz de identificar objetos y clasificarlos y el machine learning, con lo cual se busca mejorar la selección de restos como el plástico y maximizar la recuperación de materiales presentes en los residuos.
Lo anterior en apoyo a la consecución del ambicioso objetivo de la Unión Europea para 2024, de poner fin a la contaminación por plástico, lo cual sería un gran aporte a la sostenibilidad del planeta.
El Big Data para el estudio del espacio, particularmente en el estudio de los agujeros negros mediante el Telescopio Espacial James Webb y finalmente, el reciclaje de baterías (Santander, 2023) que, como se sabe, contienen metales valiosos, mismos que, recuperados de ordenadores portátiles, taladros eléctricos, entre otros aparatos, podrían ser útiles para nutrir de energía a los coches del mañana. Sobre todo porque la basura electrónica se ha convertido en un serio problema en el cual se ha puesto poca atención.
Y tú, ¿ya conocías las tecnologías emergentes?