Tres matadoras se anunciaron en una temporada marcada por grandes cosas, como la reapertura del coso más grande del mundo. Nunca este cartel desentonó o se vio con letras más chiquitas. La grandeza fue la misma.
Una buena entrada en los tendidos de la Plaza México, la respuesta importante y positiva para ver a Hilda Tenorio, Paola San Román y Rocío Moreli.
NTR TOROS CIUDAD DE MÉXICO
La noche no podía escribirse de otra manera. Hablar de las mujeres en la tauromaquia es hablar en presente, sin tabúes y con la certeza que jugarse la vida va más allá de los géneros. El valor va en el cuerpo de un hombre o una mujer de la misma manera cuando se empeña la vida.
Tres mujeres se anunciaron en una temporada marcada por grandes cosas, como la reapertura de la Plaza México. Nunca este cartel desentonó o se vio con letras más chiquitas. La grandeza fue la misma.
Una buena entrada en los tendidos de la Plaza México, la respuesta importante y positiva para ver un cartel conformado por Hilda Tenorio, Paola San Román, y Rocío Moreli con dos hierros que también generaron expectación, como lo son Vistahermosa y Marco Garfias.
La triunfadora del festejo fue Rocío Moreli con el corte de una oreja, mientras Paola San Román dio una vuelta al ruedo con fuerza. La suerte no corrió de la misma manera para Hilda Tenorio, a quien se le fue vivo un toro.
GRAN ENTREGA
Azafrán, de 497 kilos, fue el abre plaza de la ganadería de Vistahermosa al que Paola San Román saludó de buena manera con el capote, con mucha cadencia se recreó por verónicas, muy asentada jugando los brazos, y destacando también por chicuelinas.
Un ejemplar complicado, que siempre iba con la cabeza suelta, terminando arriba y con peligro. Paola estuvo firme y con mando, dejando a su paso muletazos poderosos, por el izquierdo, de uno en uno, con ayudados, siempre dejando el mando a su paso. Errática estuvo con la espada y escuchó dos avisos.
Respeto de 473 kilos, de la ganadería de Marco Garfias, segundo de la tarde, para la matadora de toros Hilda Tenorio que tuvo un breve saludo capotero. Se dobló con mando con el toro, buscando enseñarle el camino desde el comienzo.
El ejemplar tuvo ese peligro latente e Hilda hizo lo correcto, torear por la cara y abreviar. Fue complicada la suerte suprema y escuchó dos avisos, dividiendo las opiniones.
El tercero, Tolerante de 476 kilos, de Marco Garfias, para la colombiana Rocío Morelli, que esperó valiente y con determinación a porta gayola al animal, toreando después por verónicas. Confirmó la alternativa en este toro de manos de Hilda Tenorio, para comenzar por bajo su faena de muleta. Pudo ligar las series por derecho, lo hizo entendiendo a cabalidad las condiciones del ejemplar, que tuvo ese fondo de transmisión.
Para Rocío, la facilidad en la tela se reflejó, probando también por el izquierdo donde también plasmó el lucimiento. Lo entendió muy bien por este pitón y fue ahí donde pudo demostrar su buen trazo.
La afición le reconoció, en demasía, la enorme entrega. Más de media espada, suficiente para pasaportar al toro, cortando tras la mayoritaria petición, una oreja.
SAN ROMÁN DESBORDA TALENTO
Mezquite, de 530 kilos, fue el cuarto de la tarde y segundo del lote de Hilda Tenorio, quien tuvo la virtud de la paciencia, esperó mucho al toro y a base de insistir, robó muletazos. La faena no tomó el vuelo, pero lo que hizo la michoacana a nadie debe quedarle duda que tuvo todo el mérito.
Y cuando parecía que todo se iría de vacío, Hilda Tenorio lo metió en vereda al de Vistahermosa por el izquierdo, que profundidad tuvieron esos naturales, ligados y portentosos. No tuvo la suerte con la espada y escuchó los tres avisos.
Defensor de 495 kilos, de Marco Garfias, para Paola San Román, que saludó con elegancia y clase con pases a pies juntos. El comienzo de faena no pudo ser mejor, con que mando porfió, y además con esa suavidad en los detalles al firmar.
El ejemplar fue bueno, tuvo recorrido, clase y transmisión, y con esa franqueza acudió a la muleta de Paola que disfrutó correr la mano por la diestra, con que calidad lo ha toreado, tersura en el trazo y esas buenas fibras que plagaron el sentimiento.
San Román deletreó los pases por derecho, completamente rota, acompañando con la cintura, con un temple que brotaba, hoy se desbordó y dejó que el alma le guiará. Pasaportó hasta el tercer intento. El toro fue merecedor del arrastre lento. Saludó con gran fuerza en el tercio con una rotunda ovación. Romero, de Vistahermosa, fue el sexto de la tarde, correspondiendo a Rocío Moreli, que tuvo buenos pasajes, con detalles de calidad; sin embargo, las fallas con la espada le dieron una salida en silencio.