Compañeros de viaje ¿desorientados?
Qué mosca les picó. Por lo regular me reúno con los amigos de viejas y actuales luchas de la izquierda, antes de la marcha rosa, para ver el juego de futbol americano, del cual no soy adepto, pero sí a saludar a los que se congregan, la mayoría del Sindicato Único de Trabajadores del Industria Nuclear (SUTIN) y de la UNAM.
Un estimado compañero, profesor de la UNAM, se acercó y me preguntó si asistiría a la marcha del 18 de febrero, y le dije que no. Asombrado me espetó que si no era amigo de los jefes Woldenberg y Lorenzo Córdova; le aclaré que nunca he llamado jefe a nadie y menos a los amigos.
Me preguntó si estaba de acuerdo con la política de López Obrador, y mi respuesta fue contundente ¡Sí! Siguió con cuestionamientos que les han inculcado en la derecha (supuestamente él es de izquierda), como los miles de asesinatos. Y en el colmo mencionó la represión de la libertad de expresión. Como era un buen compañero, él y su esposa (que colaboró con Arturo Whaley y en Semarnap), fui prudente. En resumen, porque traía una manta de Taboada, le dije que me daría pena promover a un corrupto panista. Me di cuenta que hay lealtades mal entendidas.
Cuando Pepe Woldenberg fue el orador en el Zócalo, me quedé estupefacto, pero comprendí que él sentía que AMLO dañaba una instancia de la que fue el mayor constructor teórico y operativo, con sus incipientes deficiencias en la formación del Instituto Federal Electoral (INE), cuando Carpizo era el secretario de Gobernación que lo dirigió. Sé que los amigos de izquierda acordaron impulsarlo, ya que no había certidumbre de su inclusión en esos primeros consejeros, se logró.
Lorenzo Córdova estuvo con la institución en varias posiciones de trabajo desde que la encabezó Pepe Woldenberg, hasta ser propuesto por esa izquierda perredista y avalado por el PRI en 2011, para después ser presidente del INE. Por sus méritos académicos creímos que mejoraría a la institución electoral, pero fue lo contrario.
Como orador de la marea rosa de la derecha, que también es sociedad civil, como son los 30 millones 113 mil 483 de mexicanos que votaron por la 4T, que representa el 53 por ciento, Lorenzo nos dejó estupefactos cuando se contradice en entrevistas antes de subir al templete, cuando dice que no está en riesgo la democracia y en el discurso menciona:
“Por eso, ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia, frente a los intentos que se han hecho para vulnerar las condiciones que nos permiten tener elecciones libres y auténticas, para desmantelar las instituciones que nos protegen de los abusos y para imponer una sola visión del mundo y de la Nación, es que hoy nos manifestamos en las calles de nuestro país”.
No se desmantela ninguna institución
Como en diferentes periodos de la historia nacional y más, en las últimas décadas las instituciones se transformaron, como es el caso de las instancias electorales, que pasaron de ser controladas por el gobierno a serlo por los partidos que, aunque sean producto de la sociedad, abusaron de la manipulación del instituto electoral, al tener componendas partidarias para la elección de los consejeros.
Nos trata de decir que los jueces son impolutos cuando dice: “Democracia, no son solo elecciones libres, significa también que tengamos la posibilidad de acudir ante un juez cuando el gobierno nos persigue injustamente”.
A lo mejor sigue en Turín, Italia, porque estos jueces o no trabajan o quieren mochada. En 2021, en México, de las más de 220 mil personas que habitaban en las cárceles, el 43 por ciento no tenía sentencia. La situación no ha cambiado.
Peor, hay saqueadores comprobados, como Alonso Ancira, Juan Collado y Emilio Lozoya, y los jueces les dan impunidad, de eso no habló Lorenzo Córdova.
Para quienes coincidimos en un pasado con un grupo de compañeros en proyectos democráticos, nos decepcionó su alineación a la derecha.
Resultados son resultados. Sin endeudamiento, ya tenemos obras hidráulicas que se requerían y que por el autoritarismo del prianismo no se habían ejecutado, como la presa Santa María, en Sinaloa, los acueductos de Durango y Nuevo León en tiempos récord, entre otras.
Mientras, la candidata del cursi membrete Fuerza y Corazón por México, a pesar de pegar su chicle en el INE, no da una.