Una marcha con excesos, con sentimiento, con dolor, con tristeza y, en algunas partes, alegría.
Una Plaza de Armas vestida de cantos, de llanto y represión sin sentido.
Ellas lograron su victoria, romper las vallas, tirar la protección de las ventanas del Palacio de Gobierno. Brincar sobre ellas, hacer bulla y demostrar que son un bloque sólido.
También vi policías que recibieron órdenes, que fueron golpeadas y rociadas con agua, con pintura, con huevos y botellas, algunas vacías otras retumbaron contra los escudos porque aún contenían agua.
En ambos lados vi mujeres con miedo, con resentimiento de unas contra otras y todo por resguardar una puerta, por atacar una puerta por demás protegida.
Era el final de una marcha de encono y en busca del desahogo de muchas, unas horas para conmemorar, para soltar la rabia contenida durante todo un año. Era el momento de ellas y alguien, todavía oculto en las sombras, dio la orden de ir por ellas.
¿Para qué? ¿Para qué?
Las vi correr en todas direcciones a ellas, no importa el bando, todas corrían, se agredieron unas más, otras no pudieron defenderse, las arrastraron, algunas semidesnudas recorrieron un largo trecho sobre la plancha de Plaza de Armas.
Otras madres protegieron a sus pequeñas hijas del polvo de los extintores que volaba multicolor en todas direcciones. Ellas no escuchaban, solo cumplían una orden, la cual acataron con presteza y aprovecharon para descargar las horas de frustración bajo el sol y el viento frío, con el cual sacaron las horas de estrés a la espera de una marcha criminalizada desde lo alto del gobierno.
Tal vez, solo tal vez, ellas no debieron agredir a ellas que resguardaban una puerta por demás blindada. Tal vez, solo tal vez, las guardianas también tendrían que estar de lado de la manifestación o quienes marchaban de lado de quienes custodiaban el blindado umbral.
Ahora, sin responsables, sin heroínas y sí MUJERES LASTIMADAS, MUJERES OFENDIDAS (EN AMBOS LADOS), MUJERES DESATENDIDAS, MUJERES SOLO MUJERES AGREDIDAS DESDE LO ALTO.
Esto, más o menos es lo que vi desde el balcón.