ZACATECAS. Arturo Medina Mayoral, secretario de Seguridad Pública, se apostó este domingo desde temprano en el acceso principal del Palacio de Convenciones, para autorizar o negar el ingreso al Tercer Informe de Gobierno de David Monreal Ávila.
En la fila, que esperaba por entrar, se encontraban funcionarios de primer y segundo nivel, diputados locales, presidentes municipales electos y salientes, así como delegados federales, todos con invitación en mano; sin embargo, no los dejaron entrar.
Los únicos que lograron atravesar los arcos detectores de metales para ocupar un lugar fueron aquellos que, desde el interior, se les autorizaba entrar.
El reclamo en la valla hacia la Policía Estatal Preventiva (PEP) era insistente: “para qué nos invitan si no nos permiten ingresar”.
Los inconformes mostraron los pases que les enviaron desde días antes o el domingo por la mañana, aunque no sirvió de nada.
Tal fue el caso de la ex diputada Gabriela Pinedo Morales, quien fue detenida por los uniformados. La legisladora tuvo que esperar más de 20 minutos para ingresar junto con otras cuatro personas.
Situación similar vivió David Octavio García Flores, director de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (JIAPAZ), pero sin éxito de cruzar al otro lado.
SE QUEDAN EN LA FILA
Los minutos transcurrieron, poco a poco las personas que llegaron en camiones alquilados comenzaron a retirarse del lugar. La pregunta constante era: “¿Cuánta gente trajiste? Porque a la que llegó no la dejaron entrar”.
Entre ellos estaba el equipo de prensa de la delegación estatal y Roberto Ornelas García, titular del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), quienes esperaban ser admitidos.
Metros más atrás el diputado y dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carlos Peña Badillo, se encontraba en la misma circunstancia.
PERMISO CONCEDIDO
Poco más de 40 minutos después de que comenzó el informe, Medina Mayoral, precedido por el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, se acercó al acceso principal.
El titular de Seguridad Pública preguntó, en tono juguetón, a quienes quedaban formados si deseaban ingresar y al unísono respondieron: “sí”.
Entonces dio la orden de abrir el acceso y permitir la entrada, ya no a cientos, sino a decenas de personas que comenzaron a gritar: “general, general, general”.
Reyes Mugüerza aseguró que en ningún momento se trató de impedir el ingreso: “solo fue un operativo de seguridad para evitar cualquier situación que pudiera darse en el interior”.