GUANAJUATO. Tarde de un gran lleno en la Plaza de Toros Oriente de San Miguel de Allende, celebrándose la Corrida de Independencia.
Un festejo pasado por lluvia, pero entre el gran ánimo de una afición que reconoció la entrega de los tres novilleros: Arturo Saldívar, Diego Silveti y Francisco Martínez.
El hidrocálido cortó una oreja, al igual que el oriundo de San Miguel de Allende, mientras que a Diego Silveti le negaron la concesión del trofeo de su primer toro.
PINCHAZO Y ESTOCADA
Abrió plaza Patriota, de 470 kilos del hierro de Torreón de Cañas. Arturo Saldívar comenzó a actuar bajo la tormenta, y con esa convicción, comenzó al hilo de las tablas la faena ante un astado repetitivo y con movilidad al que le ligó dos series con mando por el pitón derecho.
El novillo tuvo emoción y transmisión, embistiendo bajo la cadencia y el ritmo que marcó Arturo Saldívar que también lo llevó de largo por el izquierdo, aunque por este pitón no humilló.
La faena bajo el concepto de la variedad, toreando en redondo y con recursos que convencieron a una afición que pese a la lluvia se quedó a presenciar la corrida que inició de esta manera con la buena actuación de Arturo Saldívar.
Pinchazo y estocada para cortar una oreja. Faena cuesta arriba para Arturo Saldívar ante un toro complicado, Charro, de Torreón de Cañas. El hidrocálido estuvo por encima; pesado con el acero, se retiró en silencio.
NEGATIVA DEL JUEZ
El segundo de la tarde llevó por nombre Mexicano, de 500 kilos, del hierro de Torreón de Cañas, al que Diego Silveti saludó armoniosamente por verónicas.
En la muleta, tras brindar al público guanajuatense que abarrotó la Plaza de Toros Oriente, Silveti comenzó una faena desarrollada por el pitón derecho ante un ejemplar al que le faltó esa transmisión y fuerza, pues perdía las manos.
Silveti, con esa solvencia que le caracteriza, realizó una faena de poder y entrega, dejando a su paso las series con la calidad, transmitiendo al tendido y logrando ir a más.
La rúbrica fue una gran estocada, la petición de oreja fue mayoritaria pero el juez decidió negarla. Silveti saludó en el tendido, recogiendo una gran ovación.
Constituyente, tercero del festejo, le correspondió a Francisco Martínez que se recreó por verónicas en el saludo capotero, destacando con el quite por chicuelinas, y con esa disposición de siempre cubrió el Segundo Tercio, dejando tres buenos pares de banderillas.
Consentido de su tierra y de su gente, Francisco Martínez dejó una faena que construyó con mucha calidad, plasmó muletazos con recorrido, ritmo, largos y con hondura.
Sin dejar esa entrega que le caracteriza, tuvo mucho valor, variedad y una enorme entrega que fue reconocida por el público. Buena estocada, y con petición mayoritaria para cortar dos orejas, el juez solo concedió una.
FALLAN CON LA ESPADA
Diego Silveti toreó al quinto de la tarde, Gallardo, de 500 kilos, que saltó al callejón sin dejar heridos a su paso. Con el ánimo desbordado brindó su faena a un público expectante.
Fue una faena poderosa, de estar con verdad, de ser auténtico y de siempre querer ir a más a pesar de las condiciones del de Torreón de Cañas que ofreció poco.
Silveti eslabonó una faena en la que apostó todo entre el clamor de su afición que le reconoció el pundonor en una faena variada por ambos pitones. Erró con el acero, escuchó dos avisos y se retiró entre palmas.
La fresca tarde fue cerrada por Francisco Martínez, que de nueva cuenta solventó un buen saludo capotero, ahora con Presuntuoso, de 510 kilos, se recreó por verónicas y se adornó en el quite por navarras. Cubrió con espectacularidad los tres pares de banderillas.
El astado tuvo mucho motor en el inicio de la faena, toreando Martínez por bajo, y después encontrándose con el pitón derecho del de Torreón, dando paso a una faena de gusto y convencimiento. Al final, escuchó un aviso y se despidió entre palmas al no estar certero con la espada.