Reitero
Frente a la información gubernamental, lo dicho por la prensa de investigación y las manifestaciones civiles, reitero mis palabras dichas anualmente.
Ayotzinapa, ¿por qué exigir información y la vuelta de los normalistas? Porque nadie puede suprimir a los individuos y la información.
¿A quién debemos exigir la vuelta de los normalistas? Al gobierno estatal de Guerrero y de la República (sea cualquier sexenio). Porque son la parte del Estado que es responsable de garantizar el derecho a la seguridad y las libertades de los individuos.
Los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa son, en presente, personas y ciudadanos mexicanos; y es el Estado es el responsable de su protección.
Y, ¿si los estudiantes fueron privados de su libertad por delincuentes? Eso no justifica la desaparición. Más todavía, el gobierno debe actuar por la salvaguarda de los individuos. La omisión en la protección de los estudiantes normalistas coloca a los responsables del resguardo de la comunidad como cómplices de quienes privaron a los estudiantes. Exigir la vuelta y la información sobre de los estudiantes de Ayotzinapa es un acto “preventivo contra el suicidio de la libertad.”
Reitero: sigue siendo un crimen de Estado (omisión, darle vuelta a la página, negligencia, etc. complicidades políticas).
Postada
José Carlos Becerra (1937-1970) escribió uno de los poemas más deslumbrantes y referenciales de la poesía contemporánea, “El otoño recorre las islas”. Comparto con Usted el texto:
“A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
mis manos contienen la lejanía de las tuyas
y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.
“A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche.
“A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua,
y es la hora de encender ciertas luces
y caminar por la casa evitando el estallido de ciertos rincones.
“En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,
en tu pecho hubo tardes que al final del verano
todavía miré encenderse.
“Y éstas son aún mis reuniones contigo,
el deshielo que en la noche
deshace tu máscara y la pierde”.
Cierro
Vivir en México: entre la tragedia de la realidad política y la poesía que bien ayuda a sobrellevar las tragedias.