TLAXCALA. La tarde de este miércoles en el Lienzo Charro Adolfo López Mateos, ubicado dentro de las instalaciones de la Feria de Tlaxcala, se realizó por segundo año el Tentadero Público por La Mujer.
Para esta edición, las matadoras Hilda Tenorio y Paola San Román, así como la aspirante a novillera Wendy Galaviz fueron las encargadas de probar en la muleta la bravura de cuatro vacas provenientes de las ganaderías José María González, Tenexac, La Joya y Tepetzala. Con el último animal las toreras alternaron.
El público hizo una gran entrada, casi el doble de lo acostumbrado, observándose familias taurinas y también grupos de estudiantes de mujeres que con interés siguieron el desarrollo de esta actividad.
Mientras que en la narración se incluyó a la periodista Lourdes Llanos, presidenta de Tauromaquia Mexicana Capítulo Tlaxcala, y al matador Sergio Flores.
FAENA CON CLASE
El Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino y el Grupo de Ganaderas del Estado de Tlaxcala hicieron un gran esfuerzo para que esta tarde la gente disfrutará el lado femenino del toreo.
Hilda Tenorio demostró su gran oficio y una tauromaquia madura mostrándose solvente con el animal de José María González. Fue aconsejada desde el callejón por la torera Marbella Romero.
En tanto, Paola San Román dio muestra del gran momento que vive: lidió con clase, arte y mando, cuajando una faena deletreada, que tuvo también pinceladas de arte y una estructura de gran nivel, pues la vaca de Tenexac fue extraordinaria con bravura, clase y son.
Por su parte, la aspirante Wendy Galaviz respondió con gran honestidad y esfuerzo solventando el toreo de una vaca con mucho fondo y acometividad de La Joya.
CIERRE CON APLAUSOS
La última vaca proveniente de Tepetzala fue lidiada por las dos matadoras y dio juego suficiente para que ambas pudieran estructurar faenas muy interesantes. Las cuatro vacas transmitieron emoción al público, que aplaudió y jaleó las faenas.
En el tendido, además del nutrido público feriante, se encontraban ganaderas del grupo que ocuparon lugar alrededor de Paz Yano, la ganadera de Tenexac, fueron aplaudidas por la gente que agradeció así su labor.
En esta ocasión sí hubo maletillas en busca de dar muletazos a las vacas, destacando Esmeralda de Rubí, que vivió una buena tienta.