SOMBRERETE. Desde hace varios años, los habitantes de la colonia Industrial padecen por la falta de agua, la que deben conseguir por sus propios medios. Además, sufren por las tuberías de drenaje reventadas que provocan olores fétidos muy fuertes en el arroyo Del Diezmo.
Los afectados aseguraron que el problema se extiende a La Purísima, El Cerrito y Los Santos Lugares, donde el líquido no llega debido a la falta de presión y por ello el ayuntamiento manda pipas, las que consideraron insuficientes.
Una ama de casa comentó que en los tres años que tiene en el cerro de los Santos Lugares nunca ha llegado el agua, la cual buscan en lugares cercanos en su camioneta, en la que hace varios viajes para llenar su tinaco.
Otra de las afectadas relató que para conseguir el vital líquido visitan dos veces por semana a un vecino que tiene en su rancho una noria, con la cual le da de beber a sus animales, ya que los bordos están secos.
Aseveró que el problema se extiende desde la salida a Chalchihuites hasta El Astillero.
“Es una batalla para conseguir agua, hablamos a la pipa, pero para todo el barrio no se ajusta y la escasez se agravó desde hace seis años cuando asumió la presidencia municipal Alan Murillo [Murillo]. No entendemos por qué las autoridades no nos abastecen de agua si es de primera necesidad”, aseguró.
OLORES FÉTIDOS
En un recorrido por la colonia, NTR Medios de Comunicación constató que los malos olores son intensos hacia la media tarde debido a que en la colonia hay dos tuberías reventadas.
Lo anterior se agrava al ser vecinos del Rastro Municipal y la Planta Tratadora de aguas residuales.
“Por la noche hasta se quita el hambre por los malos olores, por ello las ventanas las tenemos cerradas para que no entre de lleno la pestilencia a nuestras casas”, señaló una ama de casa.
OTRO PROBLEMA
Vecinos de la Industrial informaron que otro problema que padecen es la mala condición de las calles, pues una parte de la colonia está pavimentada y hacia las partes bajas están en deplorable estado.
Lo anterior dificulta el tránsito de los vehículos al pasar por terracería, la cual es un problema cuando llueve por el lodo y cuando está muy seco el polvo impide que se tenga una buena visión. “Aquí estamos olvidados”, lamentaron.