SOMBRERETE. Para no depender solo de la producción de frijol, actualmente en una crisis, y para diversificar las actividades productivas primarias, la Sindicatura de Sombrerete dio legalidad a la Cooperativa Productora de Miel y sus Derivados de la comunidad San Juan de la Tapia.
La certeza jurídica de la sociedad la otorgó la síndica Alma Delia Ríos García, luego de que un grupo de 20 personas se organizara en sociedad y recibiera un apoyo para la adquisición de 30 colmenas y maquinaria por parte de la mina La Colorada.
Además, llevó a cabo una capacitación por parte del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), cuyo personal enseñó a elaborar derivados de la miel, como jabones, jarabe para la tos, entre otros.
Actualmente la sociedad está tramitando la firma electrónica ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para después comercializar la miel en los negocios locales del Pueblo Mágico.
IMPACTO ECONÓMICO
La producción de miel será un proyecto novedoso debido a que Sombrerete se reconoce por ser el principal productor de frijol; sin embargo, las familias que dependen de esta cosecha atraviesa por una crisis debido a que los precios y la comercialización lo han hecho “un sector primario muy sufrido”, expresó la síndica municipal.
Aseveró que “la sociedad de San Juan de Tapia permitirá tener un flujo de dinero a las comunidades que siempre se han dedicado al cultivo del frijol, lo que representaría, en materia económica, una cierta tranquilidad para las familias”.
Recordó el trabajo hecho en La Colorada, donde se trabajaron varios proyectos de sociedades cooperativas que impulsan la economía en las comunidades cercanas, lo que da oportunidad de crecimiento.
En este caso, ahondó, son seis las localidades que se han beneficiado, como un grupo que creó una granja productora de huevo. Es así que “se analiza cuál podría ser el potencial de cada comunidad y se les otorga el apoyo”.
GENTE QUE TRABAJA
Ríos García resaltó que en las cooperativas hay tanto hombres como mujeres de todas las edades, “que se destacan por ser gente trabajadora y que en este caso, determinaron por vez primera crear una sociedad legal para producir y comercializar”.
Aclaró que este proyecto es con miras a que perdure por años y no solo mientras crece, y para ello ya cuentan con el espacio, el equipo pertinente y los conocimientos.
Destacó que esta posibilidad de crecimiento ha traído muchos beneficios, pues “no solo es generar dinero. Por ejemplo, hay mujeres que toda la vida se dedicaron al hogar, pero ahora se animaron a ser productivas y con un empleo que saben les dará una retribución económica, pero también beneficiará su bienestar y autoestima”.