Adelantos de una autobiografía
Alfonso del Real López presentó su nuevo libro: Vivencias y otras reflexiones. El acto lo hizo el jueves de la llamada Semana Mayor. El volumen está integrado con más de 60 artículos; son parte de la columna “Asuntos públicos” de El Diario NTR. La obra es un aliciente: es una recuperación selectiva de las primeras publicaciones a años recientes.
Vivencias y otras reflexiones se suma a dos libros precedentes: Diez años de asuntos públicos (2021) y Ensayos para Zacatecas (2023). Los tres tienen el sello de Texere editores.
El primero son análisis desde la academia, el ejercicio político y la burocracia erudita con la vida cotidiana de las personas. Es dable situar: Del Real López es doctor en Ciencias Políticas y Sociales (UNAM, 2020). El segundo libro fue un trabajo que implicó organizar a actores eminentemente civiles para imaginar y pensar el mejorar sectores y el todo de la entidad. Son 18 ensayos que muestran la conexión de la academia con la realidad, desde el arte al turismo, de la prensa y la economía a “gobernar el gobierno”.
El nuevo libro son notas sobre lo transcurrido y meditaciones que son evidentemente adelantos de la autobiografía de una persona que ejerce la academia, lo político y la alta burocracia —pienso desde el vintage Max Weber—. En Vivencias y otras reflexiones, además de presentar reconocimiento a personas próximas, Alfonso del Real cavila el acontecer del buen vivir y degustar —Menta & Rosmarino y comer en CDMX—; viajar a Japón y mirar lo otro; asentar algunas diligencias burocráticas —Trámites en la Defensa (antes Sedena)—, y contar con amistades fomentadas desde la infancia a personas que hacen el bien vivir en común —recuerda a Pablo Torres Corpus, a su tío Rafael y otros compañeros de viaje—.
Vivencias y otras reflexiones es un testimonio de cómo es, se perciben y representan quienes hacen y ejercen el poder en la región. El libro contiene fragmentos autobiográficos que muestran la honestidad de una vida tranquila, comprometida con hacer que lo público fluya, sin olvidarse de vivir personalmente.
Bicentenario
En 1825, hace 200 años, los diputados locales eligieron al primer gobernador. Lo hicieron conforme a las facultades y requisitos constitucionales. El 1 de mayo, de aquel año, revisaron las ternas que enviaron los ayuntamientos. Cada papel municipal presentó tres individuos mayores de 30 años, naturales del estado.
El pueblo no votó. No ignorar que se vive el proceso de construcción de la representación y delegación políticas; igualmente la formación de las ciudadanías. Los participantes en la elaboración de las ternas fueron los integrantes de los ayuntamientos. En la lista general estuvieron hombres conocidos en la región.
En varias propuestas fueron citadas personas dirigentes en la localidad. Los diputados, en estos actos —convocatoria, acopio de información, elección y decreto—, ejercieron el poder político. Ellos manejaban la política, la economía política, lo fiscal, configuraban el ejercicio de las formas de las autoridades.
Para gobernador y teniente gobernador, los hombres más citados por los ayuntamientos fueron: Pedro José López de Nava —era el gobernador que promulgó la Constitución—. Siguieron el jerezano Manuel González Cosío; los de la ciudad de Zacatecas, Domingo Velázquez y Santiago Villegas; del interior de la entidad Juan Bautista de la Torre.
En otros momentos, salvo Juan, los citados serán gobernadores. No los conciba ipso facto en la elite, son parte de la emergente clase política. Entre ellos no son amigos; presentan diferencias ideológicas. Por ejemplo, Domingo y Santiago estudiaron en México, Manuel y Juan en Guadalajara. Eso sí, todos cobraron los emolumentos proporcionados por ejercer sus cargos. Porque el ejercicio de la autoridad y la representación no eran gratuitas.
Posdata
Me entusiasma la visita de la escritora Silvia Molina a Zacatecas. Es invitada de la Unidad Académica de Letras. Dictará una conferencia sobre Rosario Castellanos. El acto es el martes 13, a las 12 horas, en el museo Zacatecano.
A la maestra Molina la leo desde La mañana debe seguir gris (1977, 2023) e Imagen de Héctor (1990). No ahondaré en ellas, aunque hay hilos en su reciente novela El tío Rafael o La huida del peregrino, como es su estilo en la construcción de personajes masculinos, los cuales le son cercanos y afectivos —el primer amor joven, el padre que no conoció y un tío español donde proyectó la paternidad ausente—.