Zacatecas.- Fortalecer la afluencia turística, promover una alimentación saludable y, sobre todo, preservar la comida local, son los principales retos de autoridades, academia e iniciativa privada tras la declaratoria de la gastronomía zacatecana como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.
El asado de boda, la capirotada y la ensalada de nopal, son sólo algunos de los platillos típicos reconocidos por su manejo de técnicas, sabiduría y calidad de productos que dan vida a los sabores.
En la ceremonia oficial, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en la entidad, Fernando Rosso Núñez, indicó que ahora se tendrá que trabajar por fortalecer estos aspectos.
Este miércoles por la tarde, en el patio central de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), se celebró la ceremonia oficial, luego de que el pasado 13 de diciembre legisladores locales aprobaran por unanimidad este reconocimiento.
Ahí, Rosso Núñez afirmó que este reconocimiento obliga a todos a rescatar, resguardar y salvaguardar este patrimonio.
“El primer paso está dado, los retos por venir son muchos, así como las oportunidades”, expresó al referir que la entidad tiene la obligación para proveer lo conducente para la protección de la comida típica.
A su vez, la academia deberá continuar con la investigación e inventariado de técnicas y sabores.
En cuanto a la iniciativa privada, es su responsabilidad promover la promoción de los platillos, no sólo entre los turistas, sino a los zacatecanos.
Durante el acto protocolario, al que no asistió el gobernador Miguel Alonso Reyes ni el rector de la máxima casa de estudios en la entidad, Armando Silva Cháirez, se reconoció la importancia de la gastronomía zacatecana.
Para Gloria López Morales, presidente del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, la declaratoria exige responsabilidades.
Entre ellas, garantizar la promoción de los platillos típicos, una alimentación saludable y con base en tradiciones, así como pagar un precio justo a los campesinos por la producción de alimentos.
Nuestra cocina es un proceso en el que todos contribuimos, por eso debe ser valorado frente a los “sistemas bastardos y nocivos”, expresó.
De acuerdo a investigadores, la cocina de cada región del estado surgió con influencias indígenas, europeas y asiáticas, conservando sus raíces prehispánicas.
El presidente de la Comisión de Turismo en la sexagésima Legislatura estatal, Xerardo Ramírez Muñoz, sostuvo que frente a la globalización, la salvaguarda de los bienes inmateriales asociados con la cocina es un compromiso para mantener tradiciones y costumbres del estado.
“Custodiar su conservación y difusión fomentará la diversidad cultural y turística”, apuntó.