Zacatecas.- El obispo Sigifredo Noriega Barceló llamó a la sociedad a que se fortalezca la unidad familiar, pues ese es uno de los aspectos que pueden contener la espiral de criminalidad que se ha presentado en Zacatecas.
“Lamentablemente se aplica el pensamiento del úsese y tírese, que es lo mismo para las familias; cada vez se enfrían más rápido las relaciones”, expuso el obispo de la Diócesis, quien lamentó que persista una mentalidad individualista.
“Las cosas son provisionales, y esto lo vamos trasladando a las relaciones humanas, que son provisionales. Queramos o no, lo que sucede, fruto de la técnica y de nuestras manos, como la comida rápida, que se usa y se tira se traslada a las relaciones humanas”.
Las cosas son provisionales, y esto lo vamos trasladando a las relaciones humanas, que son provisionales. Queramos o no, lo que sucede, fruto de la técnica y de nuestras manos, como la comida rápida, que se usa y se tira se traslada a las relaciones humanas
Incluso, se cuestionó qué pasaría si los padres fueran desechables para los hijos, y viceversa, tras destacar que la familia es la unidad básica de una sociedad, a la que se le debe dar solidez para el futuro no sea incierto.
Precisó que parte del problema de la desunión familiar que más le preocupa en la entidad, es la migración, razón por lo cual hay distintas acciones que realiza la Iglesia Católica desde las distintas pastorales.
Aunque también consideró necesaria la generación de condiciones de empleo y de mejoras educativas y así mismo ser “inventivos” en estos momentos de crisis.
“La economía ha surgido de satisfacer necesidades; yo veo la necesidad del empleo, y a la autoridad le corresponde generar condiciones propicias. La sociedad y el individuo también tiene responsabilidades y necesita un cambio de actitud”, acotó.
Sin embargo, también reconoció que el sistema neoliberal “va dejando mucha gente a la orilla de la vida, a quienes debe ayudarse”.
También explicó que como Iglesia Católica buscan que los matrimonios se casen a mayor edad, pues las uniones familiares de infantes no tienen muchas posibilidades de subsistir, detalló.
“La misma Iglesia ha legislado canónicamente que se trate de convencer (a los jóvenes) de que se esperen, aunque no podemos negar este servicio. Antes la pareja maduraba más rápido”, menciono.
Esta situación –expuso–, se da por la inmadurez que presentan personas de 19 años o menos, que va desde la cuestión espiritual, afectiva, familiar, económica y de otros tipos, por lo que al final el hijo termina siendo cuidado por los abuelos.
Y aunque afirmó que cada día se hacen más necesarios especialistas en la psicología de la motivación, todo el mundo puede “humanizar” para hacer una sociedad con una cultura menos materialista.