Pánfilo Natera.- Entre la tarde del miércoles y la madrugada de este jueves se rompió una madera que servía como compuerta en la laguna El Sapo de la comunidad de Santa Elena que provocó que el agua se esparciera hacia los hogares.
Al respecto, la secretaria del ayuntamiento María de Lourdes Alvarado Martínez, informó que debido al rompimiento de los maderos en la compuerta de la laguna, 300 familias resultaron afectadas por inundaciones.
Indicó que los primeros reportes por parte de las autoridades ejidales los recibieron desde el miércoles por la tarde, pero fue hasta este jueves por la madrugada cuando se agravó la situación.
El principal problema, expresó la funcionaria municipal, es que la construcción de la compuerta es muy vieja, por lo que no soporta tanta agua.
En este sentido es que en días pasados se enviaron algunos empleados del departamento de Obras Públicas para que construyeran bardas, pero ni esto evitó que con la presión del agua se rompiera la madera.
Alvarado Martínez, dijo que se requiere una solución integral y además emergente, pues si continuara lloviendo también se verían afectados los habitantes de El Tule, debido a que el recurso hídrico toma su cauce natural en esa dirección.
Debido a lo acontecido la madrugada las familias que en su mayoría cuentan casas de adobe resultaron afectadas.
La secretaria del ayuntamiento indicó que esta gente, es decir, los pobladores de Santa Elena ya habían solicitado anteriormente apoyo al gobierno estatal, pero que nunca han sido escuchados.
Explicó que tras un recorrido que realizó junto con otros funcionarios de la administración municipal se dio cuenta de que son varias las familias que viven marginadas, con pisos de tierra o firme, ” pero donde incluso ya trasmina el agua”.
En este sentido, apuntó que se buscará unir esfuerzos con el gobernador del estado, Miguel Alonso Reyes, y dotar a estas familias de material para pisos y enjarres para que vivan en condiciones más dignas.
Finalmente agradeció el apoyo por parte de la Dirección de Protección Civil Estatal y elementos de la onceava zona militar, también acudió a la localidad personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Persiste el temor
Aunque según Cruz Sánchez, coordinador técnico de la Conagua la población de Santa Elena no corre ningún riesgo debido a que sólo fue un madero el que se rompió y se trabaja en ello la gente tiene miedo de que de un momento a otro sus viviendas se colapsen, ya que los adobes se encuentran muy mojados.
El funcionario informó que el reporte fue recibido desde el miércoles y que incluso se envío personal de la dependencia federal que estuvo toda la noche en la laguna.
Pero fue hasta las cuatro o cinco de la mañana de este jueves que tanto personal de las direcciones de Protección Civil estatal y municipal, y el ejército iniciaron los trabajos para evitar que el agua siguiera emanando hacia las viviendas.
Fueron además del personal de las instituciones mencionadas, unas 60 personas de la comunidad las que participaron en la realización de una represa hecha a base de costales rellenos de arena, y que todavía trabajan en el cambio de los tablones.
Cruz González detalló que la madera ya es muy vieja y es por eso que se rompió, sin embargo se aprovechó la oportunidad para renovarla en su totalidad, desazolvar la compuerta y de esta forma evitar incidentes.
Mientras que algunas personas de la localidad afirmaron que hay quienes han dejado abandonadas sus viviendas debido a que se están hundiendo, pues reiteraron están construidas de adobe en su mayoría, pero incluso las hechas a base de ladrillo también se encuentran dañadas e incluso brota agua del piso.
Por lo que los habitantes solicitaron a las autoridades competentes apoyo de material como cemento para enjarrar los cimientos de sus hogares.
Expresaron además que el agua aunque diariamente corre por las calles ya huele mal, hay muchos mosquitos, y aunque las autoridades estatales se comprometieron a fumigar, no se han aparecido en Santa Elena.