Zacatecas.- El Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez recibe un promedio de 40 visitas diarias en este periodo vacacional, de acuerdo con lo que informó personal de taquilla.
Sin embargo, este viernes un grupo de niños de diferentes edades de la Casa Hogar Plácido Domingo, no pudo acceder a las salas de exposición, debido a que, con motivo del periodo vacacional, no había guía para atenderlos.
Un grupo de aproximadamente 10 niños y niñas en sillas de ruedas, acompañados por sus respectivos asistentes, quiso entrar a las galerías pero no contó con apoyo para efectuar la visita.
Ante ello, Víctor Estrada, encargado del grupo, indicó que debido a la carencia de ese apoyo, realizarán la visita el próximo miércoles 7 de enero.
Añadió que el mismo día llegarán al museo aproximadamente 40 personas con capacidades diferentes, pero que se requiere personal especializado para ese tipo de visitas con el que no se cuenta durante el periodo vacacional.
De la misma manera, el encargado de la taquilla indicó que durante el actual periodo vacacional se ha recibido a un promedio de entre 40 y 45 visitantes al día; una de las salas que más recibe espectadores es de la llamada Generación de la Ruptura.
Ésta consistió en la conformación de un grupo de diversos artistas plásticos, incluido el propio Manuel Felguérez, quien a fines de los años 50 del siglo pasado, se dieron a la tarea de crear un estilo propio que contribuyera a limitar la actuación de los artistas de la Escuela Mexicana de Pintura.
Dicha escuela era el grupo de artistas, con Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, surgido pocos después de consumarse la Revolución Mexicana, cuya misión era decorar, con todo tipo de motivos mexicanos, los muros del centro histórico de la capital del país.
Al respecto, el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz escribió que entre los años 50 y 60, la generación a la que pertenecieron Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Vicente Rojo, Alberto Gironella, Lilia Carrillo y Juan García Ponce, emprendió una tarea de higiene estética e intelectual en las artes.
Paz añade, de acuerdo con lo que cita una de las cédulas de la sala de Ruptura que “se trataba de limpiar las mentes y los cuadros”.
Todos esos artistas tenían un inmenso apetito, una curiosidad sin límite y un instinto seguro, rodeados por la incomprensión general, pero decididos a restablecer la circulación general de las ideas y las formas.
Por eso, la generación de la Ruptura se atrevió a abrir mentes y ventanas, de modo que el aire del mundo “penetró en México y los artistas jóvenes pudieron respirar un poco mejor”.