El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, expuso que los hechos de violencia que se han registrado en el estado son situaciones muy preocupantes y dolorosas, en donde «se ha dado una banalización de la violencia».
Refirió que la muerte se ha convertido en un mecanismo de presión para la sociedad en general y las autoridades: “la muerte es una forma para presionar a todos, a la misma sociedad, a las autoridades, al estado mexicano; con todas las instituciones «.
Enfatizó que la vocación cristiana tiene que enfrentarse a los obstáculos para favorecer la vida y todo el tiempo desde su inicio hasta el final.
Noriega Barceló refirió que actualmente existen muchos signos de muerte, de obscuridad; “¿quien va a solucionar eso? ¿Quién? No va a venir un ángel del cielo, ciertamente. Hoy el señor nos dice: lánzate, echa las redes con fe, pero con inteligencia de la fe”.