AGUASCALIENTES. La Plaza de Toros San Marcos lució majestuosa, imponente y señorial, dando paso para evocar una época importante de la historia mexicana.
La Insurgencia deja huella en su primera edición en Aguascalientes, donde los colores patrios se han llevado en la piel, el recuerdo y la memoria.
El triunfador de esta tarde fue Luis David Adame con el corte de dos orejas, en tanto, Juan Pablo Sánchez, cortó una oreja de mucho peso, ante el esfuerzo inquebrantable de Arturo Macías. La corrida de Cortina Pizarro ha sido de juego variado.
El toro que abrió plaza, complicado y de brusca embestida, además de faltarle fuerza, Arturo Macías, lanceó con empeño y voluntarioso quitó por navarras.
Buena vara de Juan Cobos. Tras el segundo tercio se destocó el banderillero Alejandro Prado. Con la muleta, bajo las notas del vals del Lago de los Cisnes, de Tchaikovski, Arturo, a base de poderle, le sacó meritorios y esforzados pases, sobre todo, derechistas, que le fueron jaleados por su importancia.
Por naturales lo intentó empeñoso. Adornos y templados derechazos exponiendo hasta ser prendido de fea manera. Fue asistido, se recuperó, entre gritos de torero! Le siguió exponiendo y entró a matar de media estocada atravesada y cuatro golpes de descabello para ser aplaudido tras un aviso.
A su primero, llamado Pepe Querido, débil y con problemas, Juan Pablo Sánchez le jugó los brazos esmeradamente.
Con la sarga, su labor fue acompañada por un aria de la ópera Carmen, La Habanera, de Bizet. en la voz de la voz de la mezzosoprano Solanye Caignet, en la que Sánchez empezó dándole aire para seguir por el pitón derecho aguantando de verdad, lo mismo hizo al natural espantando de valiente.
De nuevo con la diestra le sacó uno a uno, metido entre los pitones, pases de gran valía y peso torero. Por ahí siguió, aguantando a raudales y teniendo a la gente en el filo de los asientos.
Acabó de estocada tendida y desprendida y, descabello, para serle otorgada una oreja.
Luis David Adame en su primero, Padrino de buen estilo, nobleza y calidad, pero débil, instrumentó cordobinas flexionando una pierna y mejor quito por sedeñas verónicas y chicuelinas, rematando con una vistosa serpentina. Con la franela, su quehacer fue amenizado por el primer movimiento de la Sinfonía 40 de Mozart, por lo que Luis David inició por alto y cambiados por la espalda, continuando por derechazos cadenciosos y dimensionales hasta en tres tandas.
Por naturales corrió la mano suave y templadamente en otro par de ramilletes rosetones. Más toreo diestro con ritmo y cadencia. Ligó enclasado derechazos y naturales sin ayudado para rubricar la gran faena de manera soberbia recibiendo y por ello obtener, entre gritos de torero!, dos apéndices y el toro recibir los honores del arrastre lento.
A su segundo, bravo y enrazado, Arturo lo veroniqueó con soltura y mejor quitó por chicuelinas.
Buena pica de José de Jesús Prado. Con la pañosa, acompañado por “Nessun dorma” de la ópera Turandot, de Puccini, en la voz del tenor Juan del Bosco, Macias comenzó por alto de rodillas y de pie rematar con desdeñoso pase, siguiendo por derechazos artísticos y machos, lo mismo al natural con verdad, sin tapujos.
Macias pidió la repetición de la orquesta que le dedicó un pasodoble y entonces vino la parte brava y auténtica de la faena, por ambos perfiles, de un torero todo ejemplo como lo es Arturo.
Ceñidas y toreras manoletinas para cerrar y matar de estocada entera y tendida y cinco golpes de descabello para ser aplaudido en el tercio tras un aviso, en tanto que el toro fue aplaudido en el arrastre.
Juan Pablo en su segundo, no fácil, lanceó a la verónica con calidad. En varas fue derribado el varilarguero Cruz Prado y su cabalgadura resultó herida en la pierna derecha trasera. Con la tela escarlata, acompañado por el cuarto movimiento de la “Quinta sinfonía” de Beethoven, Sánchez, tras brindarle al autor intelectual de este concepto de corrida, Luis Alberto Villarreal, empezó doblándose con oficio para encadenar después atemperados derechazos en dos tandas.
Con la mano zurda se mostró valiente hasta sufrir un susto. Siguió por el perfil derecho con torería y exposición, arrebatando relevantes series y metido entre los pitones, además de «robarle» pases en redondo. Terminó de estocada entera y tendida y certero descabello para ser aplaudido en el tercio.
Y en el que cerró el festejo, complicado, Luis David brego con solvencia debido a las complicadas embestidas del toro, un tío.
En varas fue derribado el montado Guillermo Cobos siendo romaneada su cabalgadura, es decir, ser levantados del piso caballero y caballo. Se repuso el piquero y dejó un buen puyazo.
Con la manta roja, amenizado por el tenor Juan del Bosco interpretando “Granada” de nuestro “Flaco de oro” de don Agustín Lara,
Adame se dio a ejecutar un trasteo meritorio que, inició, doblándose oficiosamente para continuar valiente por derechazos empeñosos y toreros en cuatro importantes tandas. Al natural derrocho torería cuando el toro se le rajo.
Labor de aliño para cerrar y matar de pinchazo y estocada y dos golpes de descabello, siendo aplaudido y al final ser paseado en hombros bajo el espectáculo pirotécnico musical que iluminó el cielo del centenario coso San Marcos.