ZACATECAS. Padres de familia de un estudiante de la secundaria del Centro Educativo Integral Roberto Cabral del Hoyo, ubicado en avenida Quebradilla, en la capital, denunciaron amenazas de muerte y de violación hacia su hijo y señalaron el caso omiso de las autoridades escolares.
La madre del adolescente, quien es víctima de bullying y violencia física, informó que ante estas amenazas tuvo que cambiar a su hijo de escuela y señaló que existen casos similares, aunque no detalló cuántos.
Expuso que en esta institución educativa hay niveles de preescolar, primaria y secundaria, y su hijo desde que estaba en sexto grado de primaria era víctima de bullying por parte de un compañero de otro salón.
En una ocasión, el estudiante golpeó a su hijo y le tumbó un diente. La dirección de la escuela acordó en que los papás del niño violentador se harían cargo de los gastos médicos para la reconstrucción de la dentadura y nunca lo hicieron.
La situación se agravó hace dos años, comentó la afectada, cuando pasaron a la secundaria, ya que el menor que era víctima de bullying le tocó estar en el mismo salón con el compañero violentador.
Desde esa fecha, la víctima fue amedrentada y el agresor comenzó a pedirle dinero a cambio de no hacerle daño. Notó que su hijo le pedía más dinero, doble lonche o en ocasiones hasta notaba que vendía sus juguetes a fin de pagar para evitar ser golpeado.
De igual manera, indicó que su hijo aparte de pagarle al agresor tenía que hacer actos de rebeldía contra los maestros y malas conductas a fin de no ser golpeado.
Hace algunos meses lo hicieron pelear con otro alumno en los baños de la escuela, el hecho fue grabado y llegó hasta la dirección. Entonces las autoridades citaron a los padres de la víctima y aunque argumentaron con pruebas que su hijo fue obligado a pelear, los ignoraron.
La situación obligó a que los padres del menor acudieran a otras instancias para buscar solución, como lo fue en la Secretaría de Educación de Zacatecas (SEZ), pero no tuvieron respuestas.
Fue después de este incidente que su hijo comenzó a recibir amenazas de que sería violado o asesinado desde un número privado. A partir de esa fecha acudieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) a interponer una denuncia en contra de quien pueda resultar responsable sobre cualquier lesión o altercado en contra de su hijo.
Por otra parte, el papá del alumno violentado buscó a los padres del agresor para plantear el problema, pero estos no mostraron interés alguno. Y recientemente, pese a que la víctima fue cambiada de escuela, el agresor, en compañía de un familiar adulto, continúan acosándolo en la vía pública.
Por estas razones, los familiares también ya solicitaron en la FGJE una orden de restricción, y aunque ya se emitió, las autoridades le indicaron que no la entregaron porque debe hacerse ante un mayor de edad responsable del adolescente señalado por las agresiones.