Tres semanas y ¿adiós derecha?
Encuestas van y vienen. A tres semanas de terminar la campaña electoral nada cambia en preferencias electorales de las encuestas.
He mencionado en artículos en NTR Medios de Comunicación, que las encuestadoras mexicanas, en el pasado, fueron mecanismos de manipulación del electorado, situación que cambió en 2018 ante la apabullante participación social para apoyar a López Obrador, que rebasó el 50 por ciento de las preferencias ciudadanas en las elecciones. El Instituto Nacional Electoral (INE) no pudo meter algoritmos para desvirtuar los resultados.
En un documento realizado en 2018 por Alejandro Moreno (investigador mexicano experto en estudios electorales), señala: “Por ejemplo, que el porcentaje de encuestas que se encontraban dentro del margen de error con respecto al resultado oficial ha aumentado con el paso del tiempo, acertando en sus pronósticos 20 por ciento de las encuestas en 1997, 30 por ciento en 2003, 63 por ciento en 2009, y 67 por ciento en 2015”.
Pruebas las tuvimos con Ciro Gómez Leyva, por el 2012, siendo director editorial de Grupo Milenio y conductor estelar de Milenio Televisión se disculpó por su fallida encuesta diaria de GEA/ISA, que durante 90 días dio como ganador -con márgenes aproximados de 20 puntos- al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto. Sus disculpas en ésta y otras notas son falsas.
Las encuestas no fallaron en 2021 y 2023, cuando señalaron que Morena ganaba 12 gubernaturas, para tener 23 gobernadores (contando San Luis Potosí como aliado); a la oposición le quedan las restantes.
Actualmente, no se han modificado las encuestas que dan entre 20 y 25 puntos de ventaja a Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez (que no rebasa el 25 por ciento de las preferencias electorales), los números no cambiaron en seis meses y difícilmente habrá sorpresas, por tal la candidata de Morena se enfila a un probable triunfo contundente.
No se ría lector, cuando lea lo que dice Xóchitl Gálvez de que el 70 por ciento de las personas no quiere responder la encuesta por “miedo”, pues según ella los amenazan con quitar los programas sociales. No olvidamos que los panistas votaron en contra de esos programas sociales.
Los prianistas y su candidata pagan una encuesta, donde el PRIAN empata con Morena, esa encuestadora es Massive Caller (cuyo dueño es un panista), en la que buscan engatusar a un pequeño sector poblacional, electores desinformados, que no conocen quiénes son los candidatos presidenciales.
Por favor declina. La comicidad que genera la oposición con su candidata que sigue sin dar visos de poder ser una gobernante preparada para un cargo tan importante como la presidencia de la República, lo ha demostrado cuando en sus ocurrencias, sin pensar, da soluciones muy torpes, como almacenar agua dulce en una cuenca de aguas salinas como es el vaso de Texcoco, que, además, antes dijo que pensaría en regresar la construcción del aeropuerto. Vaya ignorancia supina.
En esa desesperación de los prianistas vuelven a implorar a Movimiento Ciudadano (MC) que decline a favor de Xóchitl Gálvez, vociferando Alejandro Alito Moreno, dirigente nacional del PRI, al decir que, si Álvarez Máynez tiene algo de “vergüenza”, debe de abandonar la carrera presidencial y declinar a favor de Xóchitl Gálvez para derrotar “al Gobierno autoritario” de Morena.
Algo similar hizo el junior fascista Claudio X. González, empresario vinculado con la derecha mexicana que rogó también la declinación a MC a favor de la coalición integrada por PAN-PRI-PRD.
Están desesperados por su retroceso en las preferencias electorales en las encuestas.
Maynez les contestó, con excelente respuesta: “Si quieren declinar por mí, podría aceptar, siempre y cuando renuncien a ser dirigentes y a sus pluris”; imposible para Marko Cortés y Alejandro Moreno, en sus trabajos legislativos nada han hecho por usted ciudadano.
Con ese cinismo que les caracteriza todavía dicen que “por amor a México lo que debería hacer Jorge Álvarez Máynez es declinar por una candidatura y hacer un bloque opositor”. Mejor que digan: queremos seguir gozando de privilegios con los recursos de los ciudadanos.
¿Entonces qué? Usted escuchó decenas de veces que la candidata Xóchitl Gálvez dijo no tener partido, ahora se desenmascara, cuando en el debate reconoció ser impulsada por el PAN, PRI y PRD, ¿qué no la eligieron un millón de ciudadanos?
Mentira tras mentira. Faltan tres semanas para decirle ¿adiós a la derecha? Falta poco tiempo para saberlo.