Hay de delincuentes a delincuentes
Nada de pisar la cárcel. Hablamos del avance de la civilización y nos parece que no existe respeto a los elementos culturales, pues destruyen e infringen las normas sociales de convivencia. Con los conflictos bélicos a todo lo que dan para fincar hegemonías de poder, al parecer no olvidado, después de las mortales guerras mundiales que sufrió la humanidad del siglo pasado.
Es imposible de creer que llevemos más de 70 años en continuos conflictos armados, con la intervención norteamericana en Corea, Vietnam, medio oriente y Ucrania.
Así que, cuál civilidad, ese sinónimo de respeto, amabilidad, cortesía y bondad que se manifiesta en la atención o afecto que tiene alguien a otra persona. Para nada, con gobernantes como Donald Trump y Benjamín Netanyahu, que son auténticos émulos del fascista Adolfo Hitler.
Increíble es la decadencia en el imperio de la ley. Cuando sabemos que un delincuente es votado por la sociedad norteamericana para que dirija los destinos de su país.
Donald Trump fue declarado culpable por un jurado de Nueva York con 34 cargos de delitos graves por un plan para influir ilegalmente en las elecciones de 2016, mediante el pago de dinero para silenciar a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels.
La agencia noticiosa DW informó: “En 2024, la Corte Suprema decidió otorgarle al presidente una amplia inmunidad. Esta medida fue criticada por situar al presidente por encima del Estado de Derecho.
“Decir que un presidente no puede ser procesado por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones es categóricamente incorrecto”, lo señala Richard Painter, jurista de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, quien trabajó para la administración de George W. Bush.
Costas Panagopoulos, politólogo de la Universidad del Noreste, Estados Unidos, dijo: “Creo que existe una preocupación muy real sobre la señal que envía el resultado de estos casos: que Donald Trump está por encima de la ley y de los delitos por los que cualquier otro ciudadano de los Estados Unidos habría pagado un precio”.
Envalentonados, otros en México, que están en el ojo de la justicia como Alito Moreno, ese líder tan, tan corrupto del PRI, escudado por el cargo de elección popular para que no sea juzgado por enriquecimiento inexplicable.
También Felipe Calderón debería ser juzgado por crímenes de lesa humanidad por la matanza de ciudadanos a manos del ejército, en los casos de los jóvenes del Tecnológico de Monterrey (acallando misteriosamente a sus padres) y decenas de ciudadanos acribillados por los “daños colaterales”.
Qué decir del “cártel inmobiliario” que ha operado por años en la alcaldía Benito Juárez, ha afectado 36 de las 56 colonias que la integran. En total, son al menos 133 inmuebles con irregularidades –es decir, con pisos de más– detectados hasta ahora por las autoridades capitalinas.
La fiscalía capitalina tiene abierta la investigación de corrupción inmobiliaria en la alcaldía, donde hay 12 ex funcionarios de esta demarcación, presos, procesados y sentenciados. Falta que el líder panista Jorge Romero sea también sancionado.
En Morena, para el caso de la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) se realizaron observaciones entre 2019 y 2020, detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por 9 mil 500 millones de pesos.
Se ha dado a conocer que existe un desfalco comprobado por 2 mil 700 millones de pesos y hay 26 personas vinculadas a proceso penal: nueve ex funcionarios públicos y 17 particulares.
Esta cantidad no ha sido comprobada ante los órganos de fiscalización, el monto constituye un daño patrimonial, por lo cual se presentaron las denuncias penales ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que, en su caso, se judicialicen los expedientes y se determinen las sanciones a las personas servidoras públicas responsables.
Pero de su titular, el ex director Ignacio Ovalle, no sabemos si está exonerado.
Los ciudadanos de México y del mundo queremos que exista la aplicación de la justicia contra estos delincuentes, no importa el alto cargo que ostenten o que sean amigos de altos gobernantes. Al no verlos sancionados y más aquellos como Trump que dirigirá una de las potencias económicas y militares más poderosas del mundo, se refleja el deterioro social y humano que dañará a los ciudadanos de todas las naciones.
Así sucedió con los imperios, como los romanos, ¿sucederá con los Estados Unidos?