Río Grande.- En este municipio está ‘prohibido morirse’, quien no atienda el llamado lo hará bajo su propio riesgo, a sabiendas de que no hay lugar en el panteón municipal para descansar en paz.
En el cementerio municipal Santa Elena, ya no hay lugar para ningún muerto más, reconoció la oficial del Registro Civil, Arcelia Martell Gámez.
La funcionaria, sostuvo que debido al reducido espacio que queda para enterrar cuerpos en esta área se acordó no vender más terrenos, por lo que consideró urgente la apertura de uno nuevo.
“Por más de 100 años, las sucesivas autoridades municipales no se han preocupado por abrir otro espacio para los fallecidos, es por eso que Río Grande no cuenta con espacio para enterrar a los nuevos difuntos”, aseveró.
Calificó como positiva la sugerencia de reglamentar el uso del suelo del panteón, hecha por la dirección municipal de Obras Públicas, que consiste en exhumar los cadáveres una vez cumplido cierto tiempo de fallecido.
No obstante, aclaró que aún es solamente un proyecto, “estamos analizando el caso con mucho cuidado y responsabilidad, no quiero que se entienda que ya lo estamos aplicando”.
Mientras tanto, el personal que labora en el cementerio manifiesta que en casos excepcionales se han tenido que buscar lugares, entre una tumba y otra, donde apenas cabe el ataúd.
Lo que cada vez es más difícil pues –explicaron– “en las últimas ocasiones, se han tenido que escarbar hasta en 5 lugares diferentes, a fin de encontrar un pedazo libre de ataúdes. Cuando cavamos y topamos con algo, de inmediato le paramos”.