Al continuar en paro este viernes, elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) incluyeron al secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín Marín, entre los mandos que exigen sean destituidos y advirtieron que no retomarán labores hasta exponer sus denuncias al gobernador David Monreal Ávila.
En respuesta, en declaraciones para solo algunos medios de comunicación, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reviró que el despido de agentes que se manifestaron el 19 de marzo está sustentado, mientras que defendió a los funcionarios señalados, al afirmar que no se les comprobaron las acusaciones.
Transcurridas 24 horas de la toma de las instalaciones de la SSP, los uniformados inconformes llegaron a las 7 de la mañana de este viernes a la Plaza de Armas, en el Centro Histórico de la capital, para instalar un plantón con casas de campaña afuera del Palacio de Gobierno.
Más tarde, en conferencia de prensa, confirmaron que hubo oficiales que fueron dados de baja por la protesta de hace dos semanas, cuando denunciaron falta de condiciones laborales, abusos de jefes, desatención en homicidios de agentes, amenazas de muerte y otras irregularidades en la dependencia estatal.
Criticaron que Marín Marín incumpliera la minuta firmada el 22 de marzo y despidiera sin justificación a quienes participaron en la mesa de diálogo, incluidas madres solteras. Después de esta medida, expusieron, no han tenido acercamiento con las autoridades, por lo que temen otras repercusiones.
Revelaron que han sido intimidados con acciones como que personas sospechosas acuden a tomar fotografías y que también vehículos extraños rondan sus domicilios; ante el aumento de los asesinatos de policías en Zacatecas, demandaron protección y garantías de seguridad para ellos y sus familias.
Responsabilizaron de cualquier agresión al secretario y a otros mandos, entre ellos los que exigieron que fueran removidos: José Medrano, subsecretario de Seguridad; Israel Reyes García, encargado de la Dirección de la PEP, y Lizbeth Takahashi Castañeda, jefa de División de Fuerzas Estatales, quienes permanecen en sus cargos.
“La represalia laboral ya existió, varios estamos sin trabajo, [pero] responsabilizamos a estas personas si algo les pasa a las familias o nosotros, ellos van a ser los responsables […] Realmente estamos bastante afectados. […] Hay miedo entre los compañeros”, declararon los manifestantes.
Advirtieron que mantendrían el paro hasta que fueran atendidos por el gobernador y que se cumpliera la minuta que firmaron con Adolfo Marín y el subsecretario de Gobierno, Javier Reyes Romo, de quien reprocharon “poca capacidad de seguimiento y pobre desempeño”.
Sin embargo, durante la tarde los agentes se retiraron del Palacio de Gobierno, no así de la entrada a la SSP, donde continuaban hasta ayer en la noche. Después de que conocieron que el titular de la secretaría aclaró que las bajas estaban justificadas y que las denuncias no tenían fundamento, los inconformes dijeron estar tranquilos.
Reiteraron que están abiertos al diálogo, aunque lamentaron que tampoco este viernes hubiera presencia de alguna autoridad. Ofrecieron disposición para establecer acuerdos, por lo que esperarán un acercamiento para poder plantear sus puntos.
Sobre las declaraciones de Marín Marín, los manifestantes negaron dar información, al argumentar que “lo están viendo con los abogados”. Insistieron en que los despidos no tienen razón más que “una represalia” por las protestas contra quienes se les señaló de encabezar el movimiento. Hasta la noche de ayer, seguía el paro.