GUANAJUATO. Solo podía tener 2023 la rúbrica de la última gran tarde de toros de Diego Ventura. La lección final, el broche de oro. Un despliegue de lo mejor de su concepto genial y tamizado con el hambre encendida de quien pareciera estar jugándose la siguiente tarde.
Es la pasión innegociable que le distingue y le aupa a la cúspide del rejoneo, donde manda en virtud a tardes como la de ayer y a faenas tan redondas y magistrales como la del último toro, un animal bravo y, como tal, exigente que le dio todo sin regalar nada y ante el que Diego compuso una obra de tanta belleza como emoción.
Compartido, su último ejemplar de 2023, al que cuajó, como queda dicho, su última gran obra de un año soñado. Y lo toreó al ralentí, a ese ritmo de mecida tan mexicano, desde el recibo con Quizás.
No quiso ni dio un solo tiempo muerto a su faena, así que puso en liza a Nivaldo, que fue un deleite y un derroche de capacidad y torería, de belleza preñada de suficiencia al propiciar encuentros absolutamente a cámara lenta. A la cima de la obra se sumó Bronce en su enésima exhibición del año.
Toreo en la cara, puestos los pechos entre los pitones. La testuz del caballo rozando la del toro, muy despacio, congelando la suerte y su tiempo, hipnotizando la embestida del burel, adueñándose de los espacios que debiera corresponder a los dos, pero que Diego hace suyos con Bronce y de nadie más.
Entusiasmada la gente, fue rotundo el epílogo con Generoso, rejón de muerte incluido, lo que justificó la fuerte petición del rabo que el presidente denegó, de ahí la sonora bronca que el público le tributó.
El primero fue un toro encastado que Diego Ventura entendió, lució y cuajó desde el recibo con Quizás.
Le tomó el pulso desde los primeros compases y ya fue todo un ejercicio de precisión y emoción a más.
En el toreo por dentro con Profeta, con la embestida embebida en milímetros, y al quiebro después con Velásquez en embarques emocionantes tras citarlo en largo.
El broche lo puso con Generoso, puro espectáculo a la hora de lucir las suertes hasta meterse al público en el bolsillo, preámbulo de pasajes de tan alto nivel como el par a dos manos previo al rejón final.
El público exigió la segunda oreja, pero el palco no atendió su petición.
La entrega de Isaac Fonseca
Parlanchín, de 521 kilos, fue el toro que cerró plaza y al que Isaac Fonseca recibió a porta gayola, bajo esa convicción y determinación de no dejar ir el triunfo al que tiene acostumbrado al respetable.
Un inicio temerario de faena, de rodillas, entregado y con ese pundonor. Un virtuoso pitón izquierdo del toro dio paso a series con el trazo largo, dejando al paso esa variedad, ese dominio, y ese ir a más, a tomar otro nivel, el de la entrega y el alma, a esa honradez torera.
Fonseca tiene una enorme virtud y es que llega a los tendidos, con esa fuerza inmensa de un huracán que arrasa con todo a su paso, y esta vez, Uriangato no fue la excepción a la regla.
Un gran espadazo para pasaportar al de Santa Fe del Campo al que le cortó dos orejas.
Con su primero, Cominito, de 512 kilos, tuvo la voluntad de embestir, y la calidad, permitiendo una faena con lucimiento. El toro tardó en doblar y cosechó palmas.
Israel Téllez
pierde los trofeos
Vencedor, de 496 kilos, fue un gran toro de la ganadería de Santa Fe del Campo, segundo de la tarde con el que Israel Téllez perdió la posibilidad de tocar pelo por las fallas con la espada.
Variado con el capote y luciendo en las banderillas dejó una faena donde plantó lo mejor por el derecho.
Rebocero fue el quinto de la tarde, correspondiendo en suerte a Israel Téllez, que de nueva cuenta puso todo el esfuerzo y voluntad, construyendo una faena variada, dejando en la antesala el buen saludo capotero y las banderillas con lucimiento.
El toro quizá fue al que más transmisión le faltó, pero ese extra lo dio el torero de esta tierra, que se mantuvo en el ánimo de agradar al respetable.
Hasta el final se mantuvo esa entrega que no coronó con la espada, pues el toro tardó en doblar.
FICHA
- Corrida Navideña en Uriangato, Guanajuato
- Plaza de Toros San Miguel, que registró más de media entrada en tarde fresca
- Se lidiaron toros de buen juego en lo general de la ganadería de Santa Fe del Campo; destacaron el segundo y cuarto
- Diego Ventura: oreja y dos orejas
- Israel Téllez: palmas y palmas
- Isaac Fonseca: palmas y dos orejas.